OTOÑO ....de Ana Luisa Valenzuela.

Ana Luisa, que bonito nombre por Dios.
A propósito, me acuerdo, que en mi infancia, mi abuelo me llevaba en los veranos a su Yungay natal, en la actual Octava Región, Chillán adentro, y hablaba mucho de su tía Ana Luisa, la que lo crió.
Su madre me contaba, había muerto siendo él muy niño, y su padre, yendo a Argentina arreando animales, fue sorprendido por una tormenta, desapareciendo para siempre.
Su herencia : un terreno, en los contrafuertes cordilleranos, más el cariño de esa Tía, que más tarde íbamos a ver al Cementerio, y además a observar sus fotos, que aunque sepias, eran de una personita muy bella.
Esa tía Ana Luisa Segura, me la recordaste hoy, y sin duda, que la nostalgia me va a penar muchas tardes de este Otoño, que me traes en las siguientes líneas, Ana Luisa Valenzuela.......


O T O Ñ O



Cae la tarde, montes y quebradas
acarician la belleza otoñal
de un nuevo atardecer.
En el cielo, suave susurro.
Golondrinas viajeras
dibujan a su paso
la estela de un adiós.
Nubes grises del norte
cabalgan de prisa, empujadas
por la fuerza del viento en su ironía.
Gotas de agua en hojas caídas
perfumados los campos
de frío y soledad.
Pinceles de tonos danzantes
trazan en lienzos de infinito
el sentimiento poético
del Creador.