anoche soñé contigo

jueves, 7 de mayo de 2009

CONVERSANDO CON VILLEGAS EN LA FERIA DEL LIBRO




Reordenando mis escritos, les quiero convidar retazos de una conversación que sostuve con Fernando Villegas, en la Feria del Libro de Viña, este verano, y publicada en Diario del Norte, "El Morrocotudo" ...en la que me define a un tipo muy especial..... el "Negrito de Harvard"
categorias: Columna - Sociedad - Nacional

Si hay algo en la vida que anhelé, es escribir, y esto es como sacar el carné, aunque bien se que no te convierte en escritor, pero si te bautiza.

Escrito por Eduardo Osorio

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Empieza a caer la tarde sobre Viña del Mar, este 12 de marzo.
El cielo adquiere una tonalidad violeta por mientras y me niego a encender la luz eléctrica, porque esta luminosidad del día, a pesar de fenecer, es de una belleza impresionante, y lo más bien que me permite teclear, mientras la radio local y universitaria, que escucho en las tardes, emite el Concierto de Varsovia.

Doy las gracias también, por poder discriminar lo que oigo. Asimismo, de mirar alrededor y ver tanto libro disperso en mi cuchitril, que a mi mujer le molestan, en un desorden que solo yo me entiendo.

Desde sus hojas sepias, me saludan Borges, De Rokha, Miller, Ampuero. Hay de todo un poco, y un poco de todo.

Cuántas veces, me pregunto, asistí a la Feria del Libro de Viña del Mar, miré los anaqueles repletos de libros, y conversé con los escritores, acerca de lo que mejor hacen, culto que no podía profesar de lleno por mi labor periodística.

Inclusive, a principios de este Verano lo hacía con Fernando Villegas acerca de su penúltimo libro “El Chile que no queremos”, y cuando me decía que no es un referente, que lo tiene sin cuidado aquello de criticar a la sociedad nuestra, y que le da lo mismo como lo tomen.

También reconocía no ser un escritor ni un sociólogo sino un “gallo” que dice lo que piensa.

Al final me advierte que son puras pamplinas, eso de que vivimos aislados, que la cordillera y el mar, y la cacha de la espada, etc., etc., lo que no influye en cómo seamos y somos tan malos o tan buenos como cualquier otro habitante del planeta. Tampoco se siente un referente, porque cada cual puede hacer lo que quiera, donde le plazca, y cómo.

Bien, a que el alcance, a que hoy justamente, 12 de marzo, lanzaba su última obra : “Tenga usted la bondad de irse a la cresta”, un diccionario “villeguino”, describiendo a su manera a los “chantas”, “los pelolais”, los “flaites” , y los “apitutados”.

Sin embargo, quienes han hecho el acercamiento al libro, no han reparado en el “negrito de Harvard”, que en enero me anticipó.

Se trata del chileno de medio pelo, que tiene la suerte, amén de su capacidad, de postular a una beca en Harvard y se la gana.

Al cabo de unos años regresará, luego de pagarse los estudios, con plata de todos los chilenos, a cortar cabezas en las empresas donde se desempeñe como Gerente de Finanzas o Administrador, y a ser la peor espina para los de su clase.

No hay quien se le escape, de capitán a paje y empleará la guillotina para llegar a como de lugar a los dos dígitos de desocupación.

Era eso no más, salvo agregar, que según Fernando, los únicos que merecen su respeto, y ante los cuales se saca el sombrero (bien difícil lo veo por la peluca), son los “pobladores”.
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