anoche soñé contigo

domingo, 2 de enero de 2011

EL PRIMER DOMINGO 2011...


Me llaman de Ecuador, a través del cuernófono, que en la Avenida Amazonas de Quito, están quemando al año viejo la noche del viernes, tipín una de la mañana hora chilena..
¿A quien se le ocurriría en este continente con las horas de diferencia, la temperatura, el temperamento y las características de una América 2011, que Bolívar, pese a su tuberculosis, amó hasta los huesos?...
Es el año nuevo ecuatoriano en la mitad del mundo, y que tuve en suerte conocer para la época en que estudié en su Universidad Central…y una hora después del nuestro, cuando aquí era todo, bulla, alcohol y olor a pólvora…
Pero, ya…hoy es domingo 2, y ha comenzado la diáspora emergente de los santiaguinos hacia los cerros, y la carretera, mientras otros se quedan… dejando atrás los mojitos, las cubas libres, los piscos sours, los seviches, las langostas de Juan Fernández, los salmones ahumados de Puerto Montt, las leches de tigres, los peroles, y un cuantuay, del país que debió haber sido, la mescolanza de razas que no fue, los cuentos con final abierto, las ciudades con murallas de oro y lagunas de esmeraldas.
Así y todo, vuelven como las oscuras golondrinas a la orilla del mar, estos chilenos en sus todo-terrenos a zambullirse cada 31 de diciembre en los cristales de roca del verde mar porteño, con sus tradiciones y leyendas, mirados por los esqueletos de los naufragios milenarios, las palmeras de Michimalonco, la eterna miel de palma, y el caldillo de congrio, que no inventó Neruda, pero que lo dejaba a mil con sus hormonas en ristre, para aplacar la necesidad de trascendencia, de multiplicación, y que de haber sido, nos tendría admirando a su descendencia, y escribiendo sus memorias póstumas.
Pero vuelvo al 31 noche….
Una pareja de carabineros es abrazada por dos trasnochados lolos pasados a marihuana, y me recuerda a los paroxismos de García Márquez que mezclaba coroneles retirados con sempiternos mujeriegos y loros que hablaban varios idiomas…
Una sirena de un buque cargado con autos chinos, que extraviada en la bruma de los fuegos artificiales, práctica, evitaba la colisión en vez de celebrar.
Otra lancha con banderas wanderinas y de piratas, transportaba bohemios adinerados, que libaban a bordo con bataclanas, y que abrazarían toda la noche a diestra y siniestra en medio del mar a los sibaritas y dioses del pan, faunos, en vez de a sus familias, pero con lo que las alimentarán un mes a su regreso a los conventillos de la capital…
Las monjas de los conventos encomendándose a la madre Teresa, rogando por nosotros…
Los dueños de tanto tugurio y restoranes conconinos, embelesando a sus parroquianos con tanto embeleco con nombres de fantasía, sacados de los congeladores, y adornándoles con poderes afrodisíacos…
Tanto borracho suelto al mando de perfumadas cabinas con asientos de cuero, y volantes de cabritilla que crepitan con el roce de sus esclavas y anillos de oro y rubíes…
Otros tantos, a deshora, llegando al puerto con sus modestos cacharros cargados de colchones de espuma y carpas zíngaras, para hacer de enero una vacación de supervivencia…
Es el hedonismo en cualquiera de sus formas. La civilización americana, por la cual corre sangre huiliche y catalana. Ideales nazis o republicanos. Con presidentas y presidentes. Pedófilos y rutilantes estafadores. Curas y gurúes, con sus milagros a cuestas.
Bienvenido 2011, total último día nadie se enoja…