anoche soñé contigo

domingo, 25 de abril de 2010

ANGEL Y DEMONIO…




Los periodistas no debieran casarse.
Son una crápula para el resto de la society.
Pienso esto mientras escucho The Night Before de los Beatles…
Bueno lo de crápula es porque a nadie le gusta que visiten su patio trasero, le vean la basura dentro y fuera de los tachos, y más encima se lo digan a la cara, aunque ya no ocurre…definitivamente soy de la vieja guardia, y añoro las prensas botando aceite alimentadas por hojas y hojas de celulosa alimentada con bosques reciclados.
Ah, a propósito, hace un par de años, ahí en la hoy tsunameada Constitución, capital maderera del país (¿por qué hablamos de madera tanto hoy?), se paseaban por sus calles cientos de hombres con miembros menos, generalmente manos y brazos a raíz de las sierras antropófagas, que cortaban árboles y extremidades para las prensas aquellas que absorbían papel y vomitaban verdades…son el chivo expiatorio de una prensa libre…
Bueno…volvamos a las noches con nevisca y helada, cuando se conversaban los off the records hasta las tantas, y salían del Bosco a las ocho de la mañana, con los ojos vidriosos los viejos maestros del periodismo, trabados por la diosa blanca y el vino puro, que detonaba su dopamina, y las ideas brotaban libres de compromisos y trabajos acomodaticios, mientras nosotros los alumnos del Instituto Nacional, que profesábamos admiración por los idealistas, nos saltábamos las primeras horas para darnos el gusto de tan sólo mirar desde la vereda sur de la Alameda, y de la Iglesia San Francisco la diáspora de los borrachos intelectos que pucho en mano, se iban hasta sus madrigueras para salir a reportear luego, y todavía trasnochados, el crimen y a los fusilados, los maremotos en el sur, los terremotos del norte, y los aviones extraviados, sin más mochila que una Underwood y un paquetes de Libertys, sinónimo total de libertad, con la estatua en la cajetilla.
Hoy añoro a esos maestros, de los cuales conocí a más de alguno, y aunque egoístas con el prójimo cazador de noticias que llegaba presto y advenedizo a las redacciones, le dejaban en el aire el gustillo ese, para hacer lo que les gustaba, y por lo cual sacrificaron amor, casa, hijos y señora, estos verdaderos mosqueteros de plumas trasnochadas como floretes.
Portadores de sinónimos geniales como JM, Pepe Nava, Mister Huifa, HP o Tito Mundt, llenaron las noches adolescentes que también alimenté con Adamo, Sandro o Los Beatles y su Night Befote.
No paso de largo, y especialmente recuerdo la madrugada ésa, en que mi padre llegó a casa con uno de los maestros, y con apariencia de gentleman aunque escabio, y cuando ya me preparaba para la ducha matinal, y no concebía un whiskye en la mañana tal como ésa se lo vi empinar, lo que con el tiempo hasta practiqué sobre todo en el asomo de mis primeros años de reportero en el norte ariqueño.
Resultó periodista y escritor : Alfredo Gómez Morel, autor de una de las novelas más crudas acerca del Mapocho y sus hijos, aún más, no conoció a su padre y madre, y adoptado por una prostituta, trasladó al papel la apasionante historia de su vida, y la transformó en una novela,….. imagínate querido lector la suerte mía de saborear esa clase magistral que duró toda una mañana, hasta que mi madre sirvió el almuerzo más inolvidable de mi vida, gracias a quien me empujó al cielo del periodismo, sin paracaídas y en caída libre.
Hoy he leído su postulación al Premio Nacional de Periodismo o Literatura, póstuma está claro, da lo mismo, para mí hace rato ya se lo ganó, aunque habrían algunos jurados que repararían hasta en su pulgar menos, perdido en una lucha cuerpo a cuerpo bajo uno de los pilares del Mapocho.
Es tal mi admiración al final, que no obstante mi precoz Alzheimer, hoy escarceo entre el jardín fangoso de mi memoria y distingo su rostro, el nudo de la corbata arrugado y suelto, una vieja chaqueta, manchada y sin planchar además, algo que yo también profeso más de vez en cuando, que de cuando en vez, y una leontina de reloj que sobresalía de un chaleco, que semi cubría un abdomen gordo de precoz cirrótico. Nunca además se despegó de un cigarrillo, al que trataba como un amigo, y él que después le traicionaría hasta abandonarlo en una cama de hospital público por allá por la Gran Avenida .
Antes de terminar, una frase que salió de sus labios morados de cuando el vino era vino, y que es un lema periodístico, que regalo a las generaciones tal como el a mí…””el escritor y periodista es ángel y demonio, porque los lectores, se aburren de alguien absolutamente bueno o absolutamente malo””.
Sería Tútix. Eduardo Osorio.

jueves, 1 de abril de 2010

CADENA ECOLOGICA DE LOS LENTES DE CUNETA


Si me permiten, ¡¡con permiso soy el mesondelavida.blogspot.com!!que cada cierto tiempo sale a la palestra, y cuando mi dueño, se deja tiempo de la pluma valiente, mi rival en sus preferencias literarias...
Bueno, menos mal que ahora se acordó que existo y me endilgó esta reflexión, que no tiene nada que ver con la semana santa, pescados y mariscos, ni menos con.....ahora va : Cadena ecológica de los lentes...
Más lentes de cuneta conllevan más consultas a la larga a los oculistas...más consultas a los oculistas, acarrean más jóvenes interesados en estudiar oftalmología, más interesados en la oftalmología, más cara la carrera, al ser más cara la carrera, los padres deben extremar recursos para pagar los estudios de sus hijos en oftalmología, para lo cual a veces, importan desde la China cajas enteras de lentes desechables para venderse en la cunetas....E:O.